jueves, 17 de enero de 2013

El Reinado de los RR.CC. representa:




El Reinado de los RR.CC. representa:

*.- La formación de un Estado moderno bajo el signo de la monarquía autoritaria (Estado moderno diferenciado del me­dieval).
*.- El poder real se enfrenta a algunos estamentos sociales intentando establecer un orden monárquico frente al desorden señorial.

*.- La reconstrucción de la "vieja unidad visigótica" bajo una fórmula federativa.
*.- Unión territorial (no uniformizadora), unión dinástica, estructura federativa del Estado y un  pro­ge­sivo aumento del peso de lo castellano sobre el resto de los elementos unificados.
*.- La unión de los Reinos de Castilla y Aragón, no siendo la única alternativa para Castilla, se resuelve  para ésta en un contexto de guerra civil sucesoria y de conflicto internacional por la intervención en ella de Portugal y Francia). La opción conllevaba consecuencias importantes respecto al problema atlántico entre Casti­lla y Portugal.
*.- Incorporación de Navarra por la fuerza ante su clara orientación francófila.

*.- La integración de España dentro de la sociedad cris­tiana occidental. Elementos configuradores de una política exterior:
*.- De alianzas matrimoniales y de aislamiento de Francia (política de Aragón).
*.- Expansiva en Italia, tras la recuperación de Rosellón y Cerdaña, con la conquista de Nápoles (en conflicto con Francia).
*.- De dominio del Mediterráneo por la ocupación de las plazas norteafricanas.
*.- De expansión por el Atlántico (empresa de Casti­lla).
*.- Conclusión de la ocupación de Canarias.
*.- Descubrimiento del Pacífico.
*.- Intento de colonización de América (estableci­miento de una organización política, administrativa, religiosa, económica y social que resuelva los proble­mas allí planteados).

*.- El final de la Reconquista (contrapartida: depura­ción religiosa).
*.-Conquista de Granada:
*.- Con significado religioso, económico e hi­s­tórico y con una marcada proyección internacional como contrapartida a la caída de Constantinopla en poder de los turcos.
*.- Realización de una depuración religiosa en cla­ves de unidad política y social:
*.- Establecimiento de la Inquisición.
*.- Expulsión de los judíos.
*.- Represión de los moriscos de Granada.
*.- Agudización de los conflictos entre las tres castas: moros, judíos y cristianos.

*.- Una reorganización institucional que sitúa a la mo­narquía hispánica en la vanguardia de los Estados europeos del Renacimiento a través de una profunda transformación de las instituciones del Estado:
*.- Reorganización del Consejo Real.
*.- Creación de nuevos Consejos (integrados con ma­yoría de letrados o técnicos ajenos al estamento nobi­liario)
*.- Establecimiento de un control de los municipios castellanos a través de los Corregidores y Pesquisido­res.
*.- Institución de las Cancillerías y Audiencias para la progresiva centralización de los aspectos judi­ciales.

*.- La adopción de una política social que, mediante la alianza entre la monarquía y el tercer estado, equilibraría el empuje neofeudal de la nobleza y la Iglesia.
*.- Adopción de medidas tendentes a la liberaliza­ción de las clases campesinas: solariegos en Castilla, remensas en Cataluña.
*.- Sustitución de las mesnadas señoriales por un ejército real.
*.- Establecimiento de la Santa Hermandad.
*.- Institución del "maestrazgo" de las Ordenes Mi­litares.
*.- Desplazamiento de la nobleza en sus posiciones en la Administración del Estado (como contrapartida está su afianzamiento socioeconómico a través de los mayorazgos).
*.- Sujección del clero a través de:
*.- El derecho de suplica.
*.- Estableciendo el Regio Patronato en Granada e Indias

*.- Una etapa de expansión exterior a través de la pro­yección en el Mediterráneo y Atlántico y la época de los grandes descubrimientos geográficos con activa participa­ción de Castilla.

*.- En el aspecto económico-social:
*.- En un ambiente de recuperación económica y demo­gráfica se intenta:
*.- Unificación monetaria.
*.- La protección del comercio interior y exte­rior a través de los Consulados y Ferias y el apo­yo a la Mesta castellana y a la ganadería arago­nesa.

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