martes, 9 de diciembre de 2014

EL ARTÍCULO DE RAJOY EN EL MUNDO

Luis María ANSON
Mariano Rajoy ha publicado en el diario El Mundo un artículo síntesis de su gestión de Gobierno. Se instaló en Moncloa en 2011 con la afirmación de Elena Salgado y Rodríguez Zapatero de que el déficit era del 6%. La realidad es que se había encaramado al 9,9% y eso descompuso el programa electoral del PP. Rajoy se entregó a resolver la crisis económica, con España al borde del rescate. La objetividad exige reconocer que acertó.

La prima de riesgo alcanzó en el verano de 2012 los 638 puntos; hoy está en el entorno de los 120. El paro aumentaba a un ritmo del 7,5% anual y hoy baja al 5,9%. La Seguridad Social caía al 2% anual y hoy se incrementa al 2%. Del furgón de cola de la recesión se ha pasado a la vanguardia del crecimiento en la Europa del euro. La pesadilla del rescate se quedó en el sueño de una noche de verano y los horizontes están despejados.

Nadie puede negar, desde la objetividad, que las arriesgadas medidas de Rajoy y la reforma laboral han cambiado el panorama atroz de la España zapatética del 2011. Junto a los datos incontrovertibles esgrimidos por el presidente del Gobierno en su artículo de El Mundo está la gestión política mucho menos afortunada y que ha vaciado de votos la cesta del PP. Mariano Rajoy ha marginado sus compromisos con las víctimas del terrorismo que tanto le ayudaron en su escalada a la Moncloa. Se ha ceñido a la ruta de Zapatero, tal vez porque no quería abrir flancos delicados en plena crisis económica, pero la realidad es que ha aceptado la negociación política de tú a tú que el Gobierno zapateresco hizo con Eta y que constituye una auténtica indignidad nacional. El resultado es que los proetarras gobiernan ya en Guipúzcoa, en el ayuntamiento de San Sebastián y en varias docenas de municipios.

Para complacer al matrimonio Arriola-Villalobos, Mariano Rajoy ha sacrificado a Alberto Ruiz-Gallardón y ha congelado la reforma de la ley del aborto por lo que clamaban las bases del PP que defienden los principios de derecho público cristiano.

Finalmente, el presidente del Gobierno, ha reaccionado bien pero tarde al órdago secesionista de Arturo Mas. La gran política consiste en prevenir no en curar. Y la pasividad, la lenidad, la inactividad de Moncloa ha contribuido a que se planteara agriamente un problema de fondo, cuya solución se presenta cada día más compleja y difícil. Al desafío soberanista catalán, hay que unir el divorcio que las nuevas generaciones mantienen con el sistema en gran parte por la corrupción que ha suscitado el rechazo de la ciudadanía hacia la clase política y la casta sindical. Tal vez a lo largo del próximo año Mariano Rajoy resuelva o alivie estos problemas y el Partido Popular pueda presentarse a las elecciones generales con las posibilidades que hoy tiene cercenados.

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