viernes, 13 de febrero de 2015

«Antes de Chávez había 4.000 asesinatos en Venezuela; hoy son 25.000»

Torrealba: «Antes de Chávez había 4.000 asesinatos en Venezuela; hoy son 25.000»
FRANCISCO DE ANDRÉS / MADRID
Día 09/02/2015 - 10.27h
El secretario ejecutivo de la alianza opositora venezolana afirma que «a Hugo Chávez las bases chavistas le querían; a Nicolás Maduro, no»
Torrealba: «Antes de Chávez había 4.000 asesinatos en Venezuela; hoy son 25.000»
JOSÉ RAMÓN LADRA
Jesús «Chuo» Torrealba, durante la entrevista en Madrid
Treinta organizaciones de la oposición política venezolana componen la llamada Mesa de la Unidad Democrática, un bloque unido de cara a las próximas elecciones legislativas, que el Gobierno de Maduro está obligado a convocar este año. Una pequeña delegación de la Mesa, compuesta por su secretario ejecutivo, Jesús Torrealba, el ex embajador Edmundo González, coordinador del área internacional, el exalcalde de la isla de Margarita Alfredo Díaz, el coordinador del área económica, José Guerra, y el parlamentario Miguel Pizarro. han visitado Bruselas y Madrid para presentar su alternativa de una salida «pacífica y democrática» a la crisis.

-¿Hay contactos entre el Gobierno venezolano de Maduro y el griego de Tsipras?
-No existen, que nos conste, contactos oficiales, aunque el Gobierno de Maduro ha proclamado la victoria de Syriza en Grecia como un triunfo internacional del chavismo.

-Sí son conocidos, sin embargo, los lazos del Gobierno venezolano con el partido español Podemos.
-Estoy en España para exponer la situación en Venezuela, no para inmiscuirme en los asuntos internos de otros países, algo que no hicieron algunos políticos españoles, que fueron a mi país para intervenir en nuestros asuntos. Empezaron como asesores del partido en el poder y acabaron actuando como activistas políticos, a través de artículos en la prensa, entrevistas y mítines. Sus recetas nos han conducido derechos a la ruina económica y al actual nivel de confrontación política entre venezolanos.

-¿Se refiere a las actividades del señor Monedero en Venezuela?
-Sí, ese señor se presenta como un profesor universitario súbitamente interesado por la política española, pero durante cierto tiempo actuó en Venezuela como portavoz de un régimen que no respeta las libertades cívicas. Cuando oigo ahora decir a líderes de Podemos que su modelo no es Venezuela sino los países nórdicos me entran ganas de reír. En Noruega se destina el dinero del petróleo a la salud y a la educación, no a gastar millones en financiar a una franquicia ibérica.

-Podemos está tratando de desmarcarse de su pasada relación con Venezuela...
-También en el pasado Hugo Chávez dijo que él no tenía ninguna relación con Cuba. Incluso llegó a calificar el gobierno de los Castro como una dictadura, y también prometió no instaurar ningún control de cambio de la moneda en Venezuela. Al final ocurrió todo lo contrario.

-¿Cómo surgió en su opinión la doctrina populista del chavismo?
-En los años ochenta Venezuela vivió una crisis económica y social que no recibió una respuesta adecuada por parte de las formaciones tradicionales. Entonces surgieron de modo oportunista en el panorama político una serie de personajes que lograron convertir el resentimiento de la población en combustible para sus propuestas antidemocráticas. Por ese camino, y de modo democrático, llegaron al poder años más tarde para desmontar la democracia. Eso ocurrió en Venezuela. Si ocurre algo parecido en la península ibérica no debe extrañarnos, porque quienes fueron entonces a mi país a hacer política son ciudadanos españoles.

-¿Qué similitudes ve entre lo que ofrecieron en su día a los venezolanos y lo que ahora ofrecen a los españoles?
-Algunas de léxico son evidentes. En Venezuela inventaron por ejemplo un concepto: las llamadas «cúpulas podridas», con las que intentaban desacreditar en bloque toda la experiencia política anterior en mi país.

-Algo similar a lo que ahora Podemos denomina en España como «la casta».
-Así es. Nada más fácil que crear una etiqueta ingeniosa para la tarea de propaganda. Durante la última noche electoral española, Pablo Iglesias, el líder de Podemos, afirmó «Por ahora no hemos alcanzado nuestros objetivos», la misma frase textual que pronunció Hugo Chávez cuando fracasó su intentona golpista del 4 de febrero de 1992. Aquello se convirtió en un icono del discurso chavista. Y existe otra similitud curiosa: la organización de «círculos Podemos» en todas partes. Durante mucho tiempo la estructura de base del chavismo se organizó en torno a los «círculos bolivarianos». Hasta el mismo nombre «Podemos» pertenece a una franquicia política venezolana del ámbito del chavismo. Cuando en Venezuela el Movimiento del Socialismo decidió retirarse de la alianza chavista, se fracturó, y quienes decidieron irse con Chávez se autodenominaron Partido por la Democracia Social, «Podemos» si se utiliza el acrónimo de esas palabras.

-ABC dio en primicia la noticia de la deserción a Estados Unidos del jefe de seguridad del «número dos» venezolano, Diosdado Cabello, y de sus acusaciones contra el presidente del Parlamento, al que presenta como capo del narcotráfico. ¿Le sorprendió la noticia?
-Comprenderá que en la oposición tenemos especial cuidado al hablar de este asunto. Si Estados Unidos lleva a cabo investigaciones en esa materia, esperaremos a que presente pruebas y evidencias y será el pueblo venezolano el que reaccionará. Mientras tanto, el proyecto de la oposición venezolana es sacar a Diosdado Cabello de la presidencia del Parlamento con la fuerza de los votos, como ya hicimos en su día. «A punta de votos» sacamos a Cabello del puesto de gobernador del estado de Miranda.

-¿Han notado la presión internacional en favor de la liberación del líder opositor Leopoldo López?
-Nuestra gira por Bruselas y ahora España tiene también por objeto pedir que aumente la presión en favor de los derechos humanos. Denunciamos la situación de Leopoldo López y de otros dirigentes de la oposición encarcelados por sus ideas políticas, así como la existencia de 3.000 jóvenes y estudiantes venezolanos encarcelados o juzgados en la actualidad.

-Algunos relacionan la crisis de abastecimiento en Venezuela con la caída del precio del petróleo.
-Eso es falso. Hay crisis, y no de abastecimiento sino de escasez de productos básicos, mucho antes de la caída del precio del crudo. Y esa crisis económica ha agudizado la conflictividad social. El año pasado hubo en Venezuela 25.000 muertes violentas a manos del hampa. Antes de la llegada de Chávez al poder, en 1998, tuvimos 4.000 asesinatos y ya nos parecía una cifra muy alta. Nueve de cada diez quedan impunes. El problema es que ante esa situación el gobierno no tiene otra respuesta que la represión pura y dura.

-Este año Venezuela debe acudir a las urnas para elegir nuevo Parlamento, ¿peligra esa convocatoria?
-Nos preocupa que el gobierno esté creando, con sus medidas de excepción, una situación de emergencia que les permita justificar la suspensión de las elecciones.

-Si se celebran, ¿en qué situación se encuentra la oposición al chavismo?
-Todas las encuestas dan a la Mesa de la Unidad Democrática una intención de voto del 60 por ciento. Pero sabemos que la victoria la tendremos que ganar con nuestro sudor, acompañando al ciudadano en su lucha diaria contra la inseguridad y la crisis económica.

-En el pasado la oposición al chavismo siempre acabó con fisuras y divisiones. ¿por qué esta vez no?

 -El pasado 23 de enero todos los grupos de oposición presentamos por primera vez un bloque unido, con un programa común para sacar a Venezuela del agujero en que se encuentra. En cambio, la división campa cada vez más dentro del régimen. Y no me refiero solo a la disputa de poder entre Maduro y Cabello. Cada pequeño jefe chavista tiene su séquito en su disputa por el botín. Pero la fractura principal es la que existe entre toda la cúpula dirigente y la base social del chavismo. A Hugo Chávez le querían, era «su» gobierno. Con Maduro en cambio la desafección de la base chavista es total.

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