sábado, 2 de enero de 2016

Asi vamos y el Rey a favor del entendimiento entre los partidos constitucionalistas.

GOBERNARÁ EL FRENTE POPULAR
26/12/2015@17:53:43 GMT+1
 Luis María ANSON
El artículo de Luis María Anson, publicado en el diario El Mundo, ha repercutido ampliamente en las redes sociales. Lo reproducimos a continuación.
 “El Rey encargará a Mariano Rajoy, vencedor pírrico de las elecciones generales, la formación de nuevo Gobierno.
El líder del PP será derrotado en la votación de investidura al no alcanzar la mayoría absoluta.
A las 48 horas perderá la segunda votación porque cosechará más noes que síes en el Congreso de los Diputados.
Felipe VI encomendará entonces a Pedro Sánchez, segundo en las elecciones generales, la formación de Gobierno.
El líder socialista será probablemente derrotado en la primera votación de investidura y ganará la segunda por mayoría simple, de forma holgada si Albert Rivera mantiene su compromiso electoral absteniéndose, y raspadamente si Ciudadanos vota en contra.
Pedro Sánchez formará Gobierno (tal vez con Julio Rodríguez como ministro de Defensa) respaldado por el PSOE, Podemos (que es el partido comunista del siglo XXI), Compromís, En Marea, En Comú Podem, Izquierda Unida y algunos diputados afines a Pablo Iglesias, incluso de ERC y Bildu.
España será gobernada por un Frente Popular ampliado, sin recuerdos a la catástrofe de 1936 porque la nación es muy diferente, está integrada en Europa y en la OTAN y disfruta de la moneda común y la legislación europea. Si esta fórmula no cosechara más síes que noes en el Congreso, entonces quedaría abierto el camino hacia nuevas elecciones.

El 14 de noviembre de 2013 publiqué en El Mundo un artículo titulado “Marchamos francamente, y el PSOE el primero, por la senda del Frente Popular”.
 El 15 de abril de 2014, y bajo el título de “Horizontes de Frente Popular”, apareció en esta misma sección un comentario en el que escribía: “La debilidad de los socialistas perfila en el horizonte un Frente Popular ampliado… Los partidos nacionalistas de Cataluña y El País Vasco, a pesar de su inequívoca filiación de centro derecha, se emporcarán en la abstención. No es verdad lo que dicen algunos dirigentes del PP: que en elecciones generales el que gana, gobierna”. “Y que no se haga ilusiones el entorno del Rey y del Príncipe de Asturias.
La forma de Estado de un teórico cambio constitucional impulsado por el Frente Popular sería la República confederal”.
Mariano Rajoy ha comulgado de forma suicida con la posición de su eminencia gris, el gurú Pedro Arriola, hombre muy seguro en sus errores: “No hay que hacer nada porque el tiempo lo arregla todo y lo mejor es tener cerrado el pico”.
Cuando el presidente se dio cuenta de que no podía seguir con el pico cerrado era ya tarde.
 Sus indiscutibles aciertos en la gestión económica nos sacaron del túnel de la crisis pero se han visto empañados por la lenidad, la pasividad, la cachaza al enfrentarse con los problemas políticos de España, de forma singular con el órdago secesionista catalán. La gran política consiste en prevenir, no en curar.
Y las sandeces de Arriola le han estallado a Rajoy entre las manos con la proclamación de la República catalana en el Parlamento de aquella región.
A una buena parte de los votantes del PP les preocupa más la unidad de España que el bienestar económico.
Eso, unido al desdén en el trato con las víctimas del terrorismo y con sectores cualificados de la Iglesia Católica, amén de la voracidad de Montoro, que ha esquilmado sobre todo a los votantes del PP, ha producido el descalabro electoral: la pérdida de 63 escaños. Aunque Rajoy no dimita ante la catástrofe, el horizonte de su continuidad en el Gobierno está emborrascado. Con no pocas probabilidades se verá obligado a dar paso a un Frente Popular ampliado”.

EL REY, A FAVOR DEL ENTENDIMIENTO ENTRE LOS PARTIDOS CONSTITUCIONALISTAS
Luis María ANSON
Felipe VI ha pronunciado un discurso sobrio, sereno, de gran altura política. Domina la expresión ante las cámaras y ha aprendido de la Reina los secretos para intervenir en televisión. Con la mayor sencillez, porque entraba en el hogar de los españoles en la noche familiar por excelencia, el Rey ha repasado los aciertos de España y también los problemas con que nos enfrentamos.
Garante en última instancia de la unidad nacional, Felipe VI ha apelado, en una situación especialmente compleja tras las elecciones generales, al entendimiento en lo sustancial de los partidos constitucionales.
El Monarca ha llamado a la moderación, a la concordia y a la mesura. Sus palabras han pretendido remansar los vientos emborrascados. En el papel de árbitro que el pueblo español adjudica al Monarca en la Constitución, el Rey no toma parte por nadie porque la Monarquía es de todos.
Defiende, eso sí, de forma inequívoca la unidad de España y la justicia social. “Lo que más nos debe importar a todos es España”, afirmó. Y para ello la clave reside en defender el orden constitucional.
 Excelente discurso, en fin. Firme, flexible, moderado y prudente. Bien equilibrado y excelentemente dicho ante unas cámaras de televisión que no tienen secretos para él. Se comprende el grado creciente de aceptación del Rey y de la Reina, cuando la opinión pública zarandea y suspende a los líderes políticos.

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