viernes, 15 de abril de 2016

COMUNICADO DE JOSÉ MANUEL SORIA

A la luz de la sucesión de los errores cometidos a lo largo de los últimos días, en relación a mis explicaciones de mis actividades empresariales anteriores a mi entrada en política en 1995, debidos a la falta de información precisa sobre hechos que ocurrieron hace más de veinte años; sin perjuicio de que ninguna de tales actividades empresariales haya tenido relación ni vínculo de tipo alguno con el ejercicio de tales responsabilidades políticas; considerando el daño evidente que esta situación está causando al Gobierno de España, al Partido Popular, a mis compañeros de militancia y a los votantes, singularmente grave en el momento político actual, comunico que, tras conversación con el presidente del Gobierno, le he trasladado mi decisión irrevocable de presentar mi renuncia expresa a las funciones que como ministro de Industria, Energía y Turismo tengo encomendadas desde el pasado día 21 de diciembre.
Añade que:
He comunicado también al Presidente del Gobierno mi decisión de renunciar a mi acta de diputado del Grupo Parlamentario Popular.
Por último, he comunicado a la secretaria general de mi partido mi renuncia a la presidencia autonómica del PP de Canarias.
Concluye que:
Por todo ello comunico que a partir del día de hoy dejo todo tipo de actividad política. La política es una actividad que debe ser en todo momento ejemplar también en la pedagogía y en las explicaciones. Cuando así no ocurre, deben asumirse las responsabilidades correspondientes".

UNA DIMISIÓN QUE VATICINABA IGNACIO CAMACHO EN ABC
Este 15 de abril de 2016 el periodista de ABC, Ignacio Camacho, daba por amortizado al ya exministro de Industria por el caso de los 'papeles de Panamá'
Ignacio Camacho da por amortizado al ministro Soria: "En el laberinto de papeles panameños, ha perdido algo más que la credibilidad"-:
A este Gobierno agónico se le está haciendo eterno el final de etapa. Ganó las elecciones a trancas y barrancas, como esos ciclistas escapados que van perdiendo ventaja sobre sus perseguidores, y no ve el momento de cruzar la pancarta. Ni siquiera está claro que llegue intacto a la meta neutralizada del 2 de mayo. El caso Soria es un tropezón serio sobre el que revolotea la sombra de una inédita renuncia en funciones. Por contrastadas que resulten la capacidad de aguante y la resiliencia de Rajoy, existen dudas objetivas de que amparen a nadie más que a él mismo.
Sostenía que:
Soria está en un aprieto. Su vehemente explicación del lunes no se sostuvo ni 24 horas. Se ha enredado en contradicciones inexplicables y parece imposible que desconociese su propia presencia en el entramado off shore de su familia. En el partido y en la propia Moncloa están perplejos ante la debilidad de la versión inicial del ministro, cuyo tono contundente quedó refutado de un día para otro por la aparición de su firma. No se le acusa de ningún delito, aunque es evidente la incomodidad que un currículum fiduciario en paraísos fiscales supone para alguien que se dedica a la política. Y además es un hombre que tiene experiencia en acusaciones infundadas; estuvo años luchando contra un proceso por corrupción del que logró salir indemne defendiéndose con pruebas. En aquel caso la justicia y el tiempo lo rehabilitaron de una imputación tan sesgada que la jueza que lo empapeló es hoy diputada de Podemos. Por eso nadie entiende este torpe balbuceo con el que se ha puesto en solfa a sí mismo.
En el laberinto de papeles panameños, el ministro ha perdido algo más que la credibilidad de partida, tan importante a la hora de reivindicar confianza ante la opinión pública. Se le escapan las opciones de futuro que ha venido alimentando sin alharaca pero con persistencia. Sí, Soria era, o se consideraba, un aspirante a dirigir el posmarianismo, esa especie de entelequia que alimenta la estrategia de algunos dirigentes del PP. Tiene la amistad personal del presidente, que suele poner su peripecia penal como ejemplo de los juicios precipitados sobre la culpabilidad de los políticos.
Sentenciaba que:
Y lleva tiempo cultivando relaciones de fondo -políticas, financieras y mediáticas- con vistas a la toma de posiciones en un eventual relevo de liderazgo. Eso podría explicar también el desapego que le muestra la dirigencia del partido, por otra parte muy escaldada ya de salir al paso de sospechas. La debilidad de sus argumentos, su inhábil autodefensa, el desmentido exprés con que los hechos han triturado en apariencia sus argumentos, han incrementado la presión sobre el Gabinete y le han metido a él en un lío notable del que tendrá que salir solo como buenamente pueda. Rajoy es decidido partidario de la resistencia, pero ha basado la suya en ir dejando caer a su alrededor todas las piezas.
  
 TRAYECTORIA PROFESIONAL
Nacido el 5 de enero de 1958 en Las Palmas de Gran Canaria, casado y con dos hijos, Soria es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales y pertenece al cuerpo de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado.

Entre 2003 y 2007 fue alcalde de las Palmas de Gran Canaria, y presidente del Cabildo de Gran Canaria entre 2003 y 2007, así como consejero de Economía y Hacienda y Vicepresidente del Gobierno de Canarias (2007-2010).
Tras la derrota electoral de 2008, se convirtió en uno de los apoyos fundamentales de Mariano Rajoy, participando activamente en la renovación del PP iniciada en el Congreso de Valencia de 2008, donde fue uno de los autores de la ponencia política, cuya redacción provocó la retirada de la entonces presidenta del PP vasco, María San Gil.
Soria asumió la cartera de Industria en diciembre de 2011. Rajoy valoró para su elección la sólida experiencia económica del canario, curtido en Ejecutivos de muy distinto color político, comenzando en su tarea como analista de mercado para Venezuela y el Caribe en la Embajada de España en Venezuela entre 1980 y 1981.
En 1984 Soria fue nombrado jefe del Servicio de Importaciones del Ministerio de Comercio y, un año después, jefe del Servicio de Comercio Exterior del Ministerio de Comercio un año después.

Posteriormente, pasó a ser asesor del Gabinete del Ministro de Economía y Hacienda entre 1986 y 1987, de donde pasó a dirigir el Gabinete de la Secretaría General de Comercio entre 1988 y 1989. Además, entre 1995 y 1999 fue vicepresidente de la Caja de Ahorros de Canarias.

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