martes, 5 de diciembre de 2017

El Gobierno vasco reconoce su fracaso en el sistema educativo

El Gobierno vasco reconoce su fracaso en el sistema educativo

El PP prepara un documento marco con medidas para luchar contra los malos resultados

Adrián MateosAdrián Mateos
@admateos
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BilbaoActualizado:
La Educación se ha convertido en un problema para el Gobierno vasco, testigo indolente del rápido declive académico del territorio. Ni siquiera el último informe PISA, que ha puesto de relieve las dificultades de los alumnos a la hora deresolver problemas en grupo, ha motivado una respuesta firme del Ejecutivo autonómico, regido en coalición por PNV y PSE. Por el contrario, la consejera de Enseñanza, Cristina Uriarte, admitió que la situación no va a mejorar en el futuro próximo, pero subrayó que existe un «importante margen de mejora» en su sistema educativo.
Poco puede rescatar la responsable autonómica del trabajo que ha realizado la consejería de Educación, una de las que más dinero público gasta por alumno en España. El primer síntoma de la decadencia académica del territorio llegó de la mano del informe PISA 2015, que reflejó un preocupante descenso de las notas en Ciencias, Matemáticas y Lectura. De hecho, los alumnos vascos de 4º de la ESO obtuvieron los peores resultados de todo el país en esta última materia. Por otro lado, el ranking de Shanghái sitúa la Universidad del País Vaco (UPV/EHU) en el puesto 492 de la clasificación de los mejores centros del mundo, muy por debajo de la Pompeu Fabra (239), la de Barcelona (268) o la de Granada (302).
La propia Uriarte confesó que es necesario implantar medidas en el ámbito educativo, a cuyos problemas no les ve solución a corto plazo. De hecho, la nacionalista auguró que las futuras evaluaciones «posiblemente recogerán esa necesidad de mejora», pues, a su parecer, los cambios tardarán en surtir efecto.

Euskera, antes que Inglés

La caída libre de las notas en Matemáticas, Ciencia y Lectura coincide con el impulso del gabinete de Íñigo Urkullu a la lengua vasca. En este contexto, el grupo popular en el Parlamento vasco lamenta que la Consejería de Educación haya estado más preocupada por la implantación del euskera en las aulas que por atender a las materias necesarias para aumentar la competitividad de los alumnos. Entre ellas, el inglés, idioma que exigen casi cuatro de cada diez trabajos en la Comunidad Autónoma y que, sin embargo, solo tienen acreditado el 13% de los profesores.
«El panorama es desolador», aseguró a ABC la secretaria general del PP vasco, Amaya Fernández, para la que el Ejecutivo autonómico está «sacrificando» la calidad de la educación para imponer sus ideales políticos. En este sentido, consideró que la administración vasca necesita llevar a cabo una «reforma en profundidad» de su sistema de enseñanza.
Por otro lado, Fernández destacó que su partido ha realizado en las últimas semanas una ronda de contactos con distintas instituciones del sector, desde sindicatos hasta asociaciones de padres, en las que se han puesto de relieve las principales debilidades de la educación en el País Vasco. En este sentido, anunció que su equipo está preparando un documento marco con nuevas propuestas que darán a conocer a partir de enero.
Se trata de un documento de «reflexión y análisis» que recogerá las valoraciones extraídas de las reuniones con los colectivos. Algo que, a juicio de la secretaria general del PP vasco, debería haber llevado a cabo el Ejecutivo de Urkullu, al que acusó de mantener una actitud pasiva ante la crisis: «La consejera está alargando la toma de decisiones -aseveró-. No ha tomado todavía ninguna medida».

Huelgas

El descontento del sector educativo con la gestión del Gobierno vasco va más allá de las protestas por los resultados académicos, tal y como quedó reflejado en la manifestación de profesores de la semana pasada. Más de 26.000 docentes de escuelas e institutos estaban convocados a la marcha, la cual, según los sindicatos, secundó el 70% de los mismos. Tasa que el Ejecutivo redujo hasta el 45,9%. Durante la movilización, los profesionales exigieron a la administración un aumento de la plantilla, así como subidas salariales y disminución de la eventualidad.
En este sentido, los portavoces de las centrales ELA, LAB y Steilas destacaron que el proyecto de Presupuestos presentado por PNV y PSE, no recoge ninguna de las medidas que piden para reconducir la «grave situación» en la que se encuentra el sector. Si no se alcanza un acuerdo, el gremio realizará un nuevo paro general el próximo 12 de diciembre.

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